jueves, 17 de septiembre de 2009

Mi travesía por el desierto

Ahora q mi salud ya se encuentra estable y he recuperado la consciencia, empiezo a recordar mejor el angustioso día de Santa Kobe :S. La verdad es q Maggie ya me había prevenido de lo peligroso q era pero como no tenía ganas de sufrir el jet-lag de un viaje tan largo hasta Singapur decidí q me iba a la aventura (craso error :P).
Entré en el templo estrujando literalmente la mano de Abel y con un miedo en el cuerpo q pa qué XDD, pero empezamos con mal pie xq al segundo paso ya estábamos los dos perdidos :DD. Se levantó una ráfaga de viento q al poco se convirtió en tormenta de arena, nos separó y ya no conseguí ver más allá de 2 metros. Ahora q cada uno iba por su lado, yo sola intenté orientarme como pude hacia el Norte, desviándome de vez en cuando al Oeste pero el sol era abrasador :S. Terminé el agua de la cantimplora y no conseguía alcanzar el final de la ruta. Cada vez me encontraba peor y eché mano de los analgésicos pero seguí caminando. Volví a tomar analgésicos, seguí avanzando. Volví a tomar analgésicos, continué un poco más. Volví a la carga con los analgésicos... (bueno vaaale, se me fue la mano con los dichosos analgésicos, jajaja XDDD). Empezaba a tener delirios y a ver espejismos: un oasis, un helado de nata flotando en el aire... Peleé como una jabata hasta el final ^^ pero hay veces en las q es imposible luchar contra los elementos. Un camello se cruzó en mi camino (y le pedí más analgésicos, jajaja. No, es broma, un camello de los otros XDD), conseguí subirme a duras penas y me devolvió a la civilización. Llegué exhausta y rebozada de arena.
Cuando Abel me vio aparecer se puso loco de contento pero la emoción le duró poco al enterarse de q Santa Kobe no me había bendecido este año >.< Del resto apenas recuerdo nada xq al poco caí inconsciente. Cariño, sé q estuviste al pie de mi cama todo el tiempo. Gracias por cuidarme cuando más lo necesitaba. ¡Te quiero! :)
En conclusión, balance de esta aventura: mi salud por los suelos, una adicción a las drogas del 23% y unas buenas quemaduras por todo el cuerpo :(. Está clarísimo q lo mío son los bosques verdes y las montañas, lo llevo en la sangre; los sitios calurosos no son mi medio, así q el año próximo tragaré horas de vuelo y me enfrentaré a mis miedos en Singapur porque... ¡a Dios pongo por testigo q jamás volveré a pasar por este suplicio! XDDDD

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